Crítica de "The Fly - La Mosca"

La ciencia siempre nos ha querido dar una explicación lógica para todo. Los científicos luchan constantemente por encontrar nuevas vacunas, nuevos planetas, nuevos combustibles, y nuevas maneras de entender nuestro complejo organismo, y muchas veces, gracias a esa obsesión y dedicación compulsiva, el ser humano ha logrado hallazgos increíbles a lo largo de los tiempos.

Pero es precisamente esa obsesión la que lleva al científico Seth Brundle a lograr uno de los avances más importantes para el hombre, la teletransportación. Tras probar el experimento con animales y conseguir el éxito de la prueba, llega el momento de comprobar si la teletransportación también sirve para los humanos, y que mejor cobaya que él mismo.

A pesar de que la prueba aparenta ser todo un éxito, un pequeño detalle se le pasa por alto a Seth Brundle, un detalle tan insignificante como una mosca, pero que a la larga acarreará toda una serie de horribles consecuencias, transformando todos los aspectos de su ser en algo monstruoso.

La película, dirigida por David Cronenberg en el año 1986, es un remake de la versión de “La Mosca” de 1958, y pertenece a uno de los pocos remakes que superan a su antecesora.

Ganadora de un oscar al mejor maquillaje, la película nos muestra unos efectos especiales impresionantes en una época en la que la tecnología digital se veía muy lejana y todos los efectos eran reales, siendo el látex y la sangre falsa las materias primas de aquellos tiempos.

Personalmente la encuentro una película muy recomendable, ya sea por las representaciones de sus actores como por la cantidad de escenas que se nos gravarán en la mente de lo impactantes que pueden llegar a ser.

Aquí os dejo el trailer para que le echéis un vistazo, pero cuidado, estómagos delicados absteneros a ver esta película, porque como os he dicho antes, contiene varias escenas bastante repugnantes.

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